"Creo que lo gastamos por el cuesta abajo de alguna calle…"
Otra vez las espaldas
y estas uñas que retienen orfandad
cuando me hace sentir inconcluso
el boca arriba de los alcoholes.
Pastorean cruelmente lejano
al hilante sangrado del joi joi. Entonces,
quedo convencido de cierta irrealidad.
Corvo, lo sólo le deja
la poca luz flameante de la albahaca;
de cuando la mujer
improlija
le atentaba la boca
con la irrecuperable cartografía del andar del río.
Miro atrás, y adelante es lo mismo…
Otra vez saboreando la harina del aire en descenso.
Otra vez me llaman desde abajo
y debilitado reconozco con el oído
lo que resume el tiempo
por las raíces de los algarrobos.
Ya me pesan los diablos de ferrito
desdibujándose en mi cara.
¿Por qué de nuevo me guarda la luna uterina de Amaicha
confundiéndome con una cría de las heladas?
¡Ay, pero estoy tan blando!
Los escalofríos irán acostumbrándose
a ese latido cerrado
sin tener que recordar
que ahí
lo puso el olvido.
Gabriel Gómez Saavedra
*Una fotografía de Daniel Burgos
***
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