Llueve
y es mi semen
que rueda por mi pecho
Ayer
una golondrina
aprendió
a morir hoy.
Día triste
y solo.
como una aventura
con el sol
de
los cowboys del Colorado
viajo
en la agenda electrónica
de una cartera
de mujer.
Mujer que abre
los ojos
y las piernas
a merced del fusilamiento
y del amor
Y no habla
se entretiene
con porquerías
Ya no habla
se entretiene
con porquerías
Mujer del egoísmo y del
amor:
ya no se parte mi pecho
cuando escucho que dicen tu nombre.
El poeta necesita un lugar idílico
Su cuerpo lo circunda,
le
dictamina un sudor opaco
y carnal.
Tampoco cree en ella,
el
psicoanálisis no explicó por qué
boxea.
Con los ojos al cielo
después de
haber perdido
en el cuarto round
por knock-out
sondea con la mirada
el cuerpo
de una rubia
entre la multitud
y no sentencia,
tira
golpes al aire
como un sembrador
de trigo
o estrellas
así
a lo tonto y a lo bobo
reclama su medalla
de perdedor.
Ezequiel Nacusse
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