... y el insomnio de anoche aún a sabiendas que sonaría el despertador
temprano y tomar un café humeante entre mis manos y hacer de cuenta que leo a
Sarah Kane por primera vez como si nada importara como si no tuviera cosas que
hacer este día como si extrañara a esos amigos y amantes y novios que ya no
creo poder recordar los vaivenes de mi vida y los naufragios de los barcos en
altamar y los lanzamientos de cohetes al espacio que nunca vi de cerca o leer
El Periódico online y hacer de cuenta que sigo trabajando allí cuando en
realidad ya no y pensar en lo hermosa que estaba instalada la muestra que curé
para que todos ustedes la recorran y sean felices aunque sea por un rato y se
olviden de sus no sés o sus quizás y se pierdan entre las líneas de este
azaroso recorrido que es vivir apegado a un texto que no es mío sino una
acumulación histórica de agentes simbólicos y sociales propia de nuestra
cultura de masas y rosquetes y medios de comunicación y me como un triángulo
más de bollo que está tan rico mientras doy el último sorbo de café y escucho
al hermano de la mujer del gobernador que tiene ese programa de televisión estúpido
donde dicen cosas anodinas para que hagamos de cuenta que y entonces me dan
ganas de prender la computadora y recordarte mediante esta actualización de
estado que ahora como antes aún te extraño o más bien extraño los momentos
felices que tuvimos porque los hubo y ya no quiero seguir recordando eso porque
lloro a destajo y tengo que ir a la terminal de ómnibus a resolver lo del
pasaje para irme a la metrópoli a exponer esa obra rizómatica que parte de la
idea de un todo fragmentario donde las ideas se bifurcan en laberintos
borgeanos o de Eco y la verdad no quiero llegar tarde aunque las lágrimas en la
mañana no lucen bien y sí ya se debo lavar mis dientes después de cada comida
abrigarme bien con esa campera marrón claro de antaño que ya me queda corta y
sigo usando porque me da prestancia y ese je ne se quoi ante el espejo y
perfumarme con el perfume caro que compré en cuotas a ese amigo que necesitaba
y yo nunca había tenido un perfume caro y lo necesitaba para recordar que
existo y saber que soy importante al menos para mí aunque vos ya no seas mi
amigo Facebook aunque ahora estés con otro aunque me hayás olvidado
completamente y vayás a la muestra con la excusa de ver arte aunque yo se que
en realidad querías pasar con ese chico para mostrarme que no estás solo y yo
saludarte como si nada pasa y decir hola Carlos Marcos y hacer de cuenta que no
soy yo y que vos no sos sino una sombra y que peor era llorar a diario cuando
no te importaba lo que hacía cuando limpiaba la casa o los platos o te
preparaba por horas un plato exquisito de comida que devorabas en un santiamén
porque venir de allá es harto hastiante es como tomar un transbordador al calor
de ese departamento que no se si arreglaste el vidrio y la puerta que se
rompieron con la huracanada fuerza motriz del viento que atravesó nuestras
vidas para llevarme lejos de vos y no regresar nunca más y no lo leas María
Belén Aguirre porque no soportaría escuchar tu voz leyéndolo con entonaciones
bemoles y sin puntos finales como si importara que alguien lo leyera y ya se
que es una cita de una sensación o registro de cuando algo termina y no se sabe
donde uno ha de acabar y que hay bibliotecas para rato y extractos de libros
por leer y que han pasado días de los poemas que escribí para vos o para Sylvia
Seú o Ada Porcel y se desvanecen las horas los Mayos los otoños y los libros
que no escribimos juntos porque pasan cosas y la vida es así y voy a lamentar
no estar en tu presentación de Travelling desde ventanilla de casa rodante pero
es como si estuviera este jueves a la noche en muchos lugares donde no estaré y
Dia Nobre me acompañará igual porque sabe que no quiero estar tan sólo y hago
un rico café ideal para navegar por la Folha do São Paulo mientras escucha
María Creuza y me acuerdo del color diversificándose de modo orgánico tan al
estilo de María Aráoz que Leo Stol estaría orgulloso de ella tanto o más que
cada uno de nosotros incluida Maria Gallo a quien no voy a etiquetar porque
odia que haga eso y que diga que está todo bien cuando sabemos que no es tan
así aunque no importa porque yo se que las relaciones son sumatorias
algebraicas de miles de momentos compartidos fraccionados como azúcar
escurriéndose en una cucharada que se va mojando al ritmo de los nanosegundos
que demoro en agitarlo en mi humeante taza de café barato que huele tan bien y
sabe a Lunes en el que uno avisora el largo cúmulo de etcéteras que viene y que
no llega porqué es futuro y el presente es lo único que hay y es contigo mi
vida con quién puedo sentir que merece la pena vivir ...
Marcos Bauzá
Marcos Bauzá
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